OBJETIVO: Analizar el
funcionamiento hidráulico de estuarios y la estabilidad de los accesos
costeros.
ESTUARIOS
El elemento más sencillo de
este sistema está constituido por la mezcla gradual de agua dulce y agua del
mar, según el eje del estuario o la desembocadura del río.
Ecológicamente es la
manifestación de un proceso de mezcla. El agua dulce se mueve hacia fuera en
superficie y se mezcla progresivamente con agua del mar, generándose como
composición una corriente profunda de agua marina en dirección al río. De esta
forma el río afecta a la ascensión de aguas marinas que pueden ser ricas en
nutrimento y en particular, la combinación de este estuario positivo con un
afloramiento costero potencia o acelera la aportación de nutrimento a la zona
fótica marina. (Margalef,1983).
En estas aguas próximas a la
superficie, los calentamientos y enfriamientos producen amplios cambios de
temperatura tanto en el agua del río como en las aguas marinas. Las bajas
temperaturas coinciden frecuentemente con una salinidad muy pequeña porque en
el invierno el flujo de agua dulce puede incrementarse grandemente por las
lluvias o por la rápida fusión de la nieve.
En el verano, las altas temperaturas y las salinidades elevadas
coexisten durante los periodos en que se reduce la cantidad de agua dulce; al
mismo tiempo el sol calienta y el agua se evapora (R.V. Tait,1971).
Los aportes orgánicos del
río, la deriva, fertilizan directamente estuarios y marismas. Mucha materia
orgánica que el agua dulce lleva consigo, al mezclarse con agua del mar coagula
y precipita. Partículas minerales como las arcillas, resultan estar menos
cargadas al llegar al agua del mar y se comportan diferentemente, la superficie
de las partículas calizas, las relaciones entre Ca y Mg varían fuertemente
sobre una distancia corta y contribuyen a las especiales características del
ambiente bentónico local. (Margalef, 1983)
Al final del estuario en la
dirección del mar se produce siempre alguna penetración por las especies
marinas y las costas del estuario próximas a la boca están habitadas
generalmente por formas ordinarias del litoral, por ejemplo, Balanus
balanoides, Chthamalus stellatus, Elminius modestus, Patella vulgata, Littorina
littorea, L. Saxatilis, Mytilus edulis, Cardium edulis, Thais lapillus, Crangon
vulgaris, Arenícola marina, Carcinus maenas.
La distancia a que se
extiende hacia arriba depende en parte de las posibilidades de ajuste de su
presión osmótica o sea de su
osmo-regulación, y en parte también de la protección que les confieren sus
vainas, tubos o profundas habitaciones a las que muchas especies se retiran
durante cierto tiempo cuando la salinidad está por debajo de sus niveles
idóneos. Es dentro de los estuarios donde se producen fluctuaciones de
salinidad más amplia y rápidamente, tan solo las formas extremadamente
eurosalinas pueden sobrevivir.
En comunidades típicas de
los estuarios se incluyen a menudo a la Enteromorpha intestinalis, Fucus
ceranoides, Corophium volutator,
Hydrobia ulvae, Nereis diversicolor, Scrobicularia plana, Macoma
baltica, Carcinus maenas, Shpaeroma rugicaudata, Gammarus zaddachi, G. Duebeni
y Balanus improvisus. Ciertos mísidos son muy numerosos en las aguas salobres,
por ejemplo, Neomysis integer, y en algunos estuarios existen con frecuencia
pequeños boqueroncillos, es decir, arenques y sardinetas.
El plancton contiene a veces
densas planchas del copépodo Eurytemora hirundoides.
La distribución de muchas
especies de los estuarios cambia con la estación. El lenguado Flesus flesus,
pez común del estuario, migra corriente arriba en el verano pero vuelve al mar
durante los meses fríos para desovar. El Carcinus maenas y el Crangon vulgaris también se desplazan
hacia arriba en los estuarios en verano y regresan al mar en invierno, sus
movimientos pueden estar influidos por cambios de temperatura y salinidad
porque estas especies tienen un poder osmoregulador menos efectivo cuando la
temperatura es baja. Otros realizan los movimientos a la inversa. El Pandulus
montagui se desplaza hacia fuera, en dirección al mar, en verano, y hacia el
interior de los estuarios en invierno.
La plataforma continental
ocupa casi el 7% del fondo de los mares. La acumulación de importantes
espesores de sedimentos en las plataformas parece haberse hecho, a veces, entre
la costa y un levantamiento del fondo, que puede ser un abombamiento tectónico,
una sucesión de domos diapíricos o construcciones de arrecifes. Su pendiente
media es débil, aunque tiene numerosas irregularidades, que pueden ser antiguos
relieves subaéreos, pues la plataforma ha sido en gran parte emergida y
sumergida al ritmo de las regresiones y transgresiones glacioeustáticas cuaternarias.
(Derruau, 1978)
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL
EDASARROLLO DE ESTUARIOS
La diversidad de tamaños,
forma, régimen de salinidad, sistema circulación, y biota en un estuario es
debida a la interacción de numerosos factores que puede sintetizarse en dos clases:
1.
Factores inherentes a los principales rasgos
geológicos (tipo de rocas, morfología costera.) que controlan el tamaño y forma
de la cuenca del estuario y la naturaleza de los sedimentos aportados a ella.
2.
Factores contemporáneos con la naturaleza de los
procesos (corrientes de marea, descarga fluvial) que influyen en los modos de
sedimentación, hidrodinámica y biota del estuario.
Las configuraciones de un
estuario y su grado de relleno son bastante variables; todos los estuarios
tendón a rellenarse con sedimentos, la masa de agua y la profundidad decrece
con el tiempo y, como resultado las características hidrologías y la
comunidades biológicas cambian.
Los diferentes tipo de
estuarios presentan un estilo de sedimentación, de salinidad, régimen de circulación
de aguas y distribución de comunidades bentónicas en función de las condiciones
características que presenta la entrada al estuario, ya desde el momento de su
formación.
Los movimientos de las masas
de agua en la entrada de un estuario, generalmente han sido descritos en
términos referentes al área de la sección transversales, prisma de marea,
descarga y velocidad.
El prisma de marea es
comunmente interpretado como respuesta a la candización de entrada (O’Brien,
Brunm y Gerritsen).
En contraste Nielsen y
Gordon enfatizan en como las corrientes litorales y el desarrollo de bancos
arenosos en la costa abierta afectan al flujo mareal en la boca del estuario.
En función de los procesos
marinos que han actuado en la boca del estuario se distinguen los principales
tipo:
1) estuarios
con entradas relativamente anchas y profundas, con un intercambio mareal
completo.
2) estuarios
con entradas formadas por estrechos canales, en los que las mareas son atenuadas.
3) estuarios
que tienen su entrada cerrada bajo la mayor parte de las condiciones
Estos tipos surgen de los
controles primarios que actúan de manera jerárquica. Primariamente, el
inherente a la topografía costera que controla el modo de sedimentación de
arenas marinas en valles costeros sumergidos: los primeros tipos de estuarios
descritos tienen deltas mareales subacuáticos, mientras que los estuarios con
entradas estrechas o mayormente cerradas, aparecen detrás de barreras arenosas
costeras que se elevan por encima del nivel marino. En segundo lugar, las
descargas fluviales, en combinación con los procesos marinos que actúan en la
boca del estuario, determina cuando la entrada de los canales a través de las
barreras costeras permanecen abiertas o cerradas por largos periodos.
Existen tipos muy contrastados
de sedimentación marina. En entrantes costeros, amplios y someros, la migración
hacia tierra de arenas cesa prácticamente y se estabilizan los depósitos dentro
de la boca de la bahía cuando se estabiliza el nivel marino.
La continua adición de
arenas marinas da como resultado una progradación de la barrera hacia el mar.
Los estuarios que surgen
detrás de estas barreras están conectados con el mar a través de reducidas
canales con un intercambio mareal muy restringido.
En entrantes, estrecho y profundos
se construyen barreras subáreas por acción de olas, pero en aquellas áreas
protegida, las corrientes de marea transportan arenas formando barreras
subacuáticas.
Estas barreras arenosas
migran hacia tierra como deltas de flujo de marea durante la fase de
estabilización marina. La descarga fluvial, también, juega un importante papel
para determinar el tipo de estuario.
Aquellos estuarios con
pequeños cursos de agua presentan entradas que están cerradas durante largos
periodos, mientras que aquellos con grandes ríos tienen entradas que están
permanentes o mayormente abiertas.
CLASIFICACION
DE ESTUARIOS
En función de las
condiciones existentes En las entradas de los estuarios se pueden establecer
tres tipos básicos:
1) estuario de valle fluvial hundido y
inundado (tipo ría)
2) estuario barreras (lagoones estuarinos)
3) lagoones costeros salinos
Los primeros tienen bocas
abiertas con deltas mareales subacuáticos y un rango de marea homogéneo. Los
estuarios barrera y los lagoones costeros se forman detrás de barreras arenosas
costeras. Todos ellos tienen canales de entrada, si bien únicamente en los dos
primeros casos permanecen la mayor parte del tiempo abiertos, en el último
presentan una bocana pequeña y efímera, y normalmente no son mereales.
Los valles ocupados por
estuarios sumergidos son profundos, estrecho y con lados rocosos abruptos.
Los cuerpos arenosos se
extienden desde la boca hasta la parte interna del estuario, en donde pueden
llegas a constituir una barrera de atrapamiento de sedimentos fluviales finos.
Estos cuerpos arenosos
presentan una morfología de delta mareal, con pendientes deposicionales en su
carta activa que oscilan entre 20 y 30º, que en ocasiones pueden avanzar sobre
sedimentos fangosos estuarios.
Agua arriba de la zona de
acumulación de fangos, los depósitos fluviales arenosos y/o fangosos progradan
sobre la cabecera del estuario.
Los estuarios barrera están caracterizados pro
la presencia de estrechas entradas construidas a través de una barrera arenosas
costera, cuya canalización finaliza con el crecimiento de deltas, que exigen un
importante control de la dinámica mareal.
Estas superficies deltaicas
son someras y frecuentemente terminan por cubrirse densamente con plantas
marina.
Los aportes fluviales
también originan lóbulos deltaicos que progradan sobre los fangos de la cuenca.
Los flujos mareales son
fuertes en la entrada del canal, pero progresivamente reducidos por efectos de
fricción. En términos de circulación de aguas en la parte interna de este tipo
de estuarios son tanto o más importantes inducidos por vientos sobre la masa de
aguas, que las corrientes mareales propiamente dichas.
El tercer tipo, la lagunas
costeras, salinas, lo constituyen pequeñas cuencas costeras que en sus
orígenes, geológicamente presentan muchas similitudes con los estuarios
barreras.
Los aportes fluviales son
muy escasos, por lo que casi permanentemente la barrera arenosa es continua, y
únicamente se abren bocanas efímeras durante periodos de temporal por acción de
batida de las olas sobre ella.
PROCESO DEL ESTUARIO
Los procesos que intervienen
en un estuario son muy complejos; factores dinámicos, químicos y biológicos,
aparecen en clara relación con los mecanismos de sedimentación.
Estos mecanismos están
determinados por la disipación de la energía de los flujos fluviales,
gradientes de densidad, la marea, las olas y fuerzas meteorológicas.
En la medida que la energía
se disipa, los sedimentos son transportados, mezclados, intercambiados o
acumulados y la geometría del fundo se modifica.
Los procesos dominantes y su
relación con las características sedimentaria resultantes son: los procesos de
erosión, transporte, deposición y consolidación; esos dependen de la dinámica
el fluido y de las propiedades de las partículas, su tamaño, forma, densidad y
composición.
En sedimentos cohesivos las
fuerzas hidrodinámicas actúan de forma muy diferente a como lo hacen en los no
cohesivos, tal como los granos de arena: mientras que en los primeros las
partículas, menor de 125ц, aumentan su grado de cohesión, con el aumento de
contenido orgánico, tal como partículas de secreciones mucosas o plaetizaciones
biogénicas, los no cohesivos, dependen del peso de la partícula en el fondo,
como principal fuerza estabilizadora. En el comportamiento de los sedimentos en
suspensión son considerados procesos de pequeña y gran escala:
-Los primeros tales como los
gravitacionales, operan sobre las particulares individuales, y siguiendo la Ley
de Stockes, la velocidad de caída de las partículas en un fluido dependerá de
la diferencia entre la fuerza de gravedad que actúan en la partícula y la
capacidad de flotación del liquido.
Por otra parte, la puesta en
suspensión de las partículas está determinada por las condiciones hidráulicas
locales y las características de las partículas, es decir, velocidad de la
corriente y tamaño de las mismas.
Los procesos de gran escala
son considerados propiedades de un medio local y que pueden modificar e influir
en los mecanismos anteriores; procesos tale como las diferencias de densidad
entre las masas de agua y las velocidades de la corriente.
Las diferencias de densidad
entre las masa de agua dulce y la masa salinas ocasionan una separación de las
mismas; las aguas salinas más densas, por debajo de las aguas dulces.
En ausencia de fuertes
velocidades de corriente, la mezcla de las dos masas de agua estaría limitada a
procesos de difusión entre las dos.
Por el contrario, en
presencia de fuerte corrientes los procesos de mezcla son más efectivos.
Todos los diferentes
procesos que tiene lugar en un estuario afectan a la acumulación de los
sedimentos en suspensión.
Las diferencias de densidad
entre las masa de agua modifican la velocidad de decantación de stokes, de las
partículas en suspensión. Por otra parte, las aguas salinas también intervienen
en las velocidades de decantación de diferente minerales de arcilla, por
procesos fisico-químicos de floculación.
Otros procesos pueden ser
físicos, es decir, aquellos que explican como en función de crecimiento de las
corrientes mareales, las partículas en suspensión comienzan a depositarse antes
de iniciarse el giro de la marea.
Debido a ello las
acumulaciones de sedimentos finos en un estuario están en relación con las
variaciones del alcance máximo de la marea y los grados de descarga fluviales.
Lateralmente se pasa de sector dominada por ambientes fluviales en una
dirección a otro dominados por ambientes marinos.
El límite del sector fluvial
viene enmarcado por las transiciones de aguas dulces-aguas salinas.
Dinámicamente se caracteriza por una afluencia de aguas dulce, que suministra
significativas cantidades de sedimentos al estuario. Estas afluencias mantienen
los gradientes longitudinales y transversales de la salinidad, que en suma,
conducen al tipo de circulación estuarina para la dispersión de sedimentos.
La distribución superficial
de sedimentos varía según la relación existente la morfología del fondo, tipo
de sedimentos y las fuerzas dinámicas que actúan.
Básicamente los sedimentos
consisten en limos, arcillas con intercalaciones de lechos arenosos y barras
arenosas disectadas por canales secundarios que lateralmente pasan a arenas
fangosas en las llanuras intermareales. La acción de las corrientes mareales
aumenta en importancia aguas abajo, si bien en momentos de flujo alto del río
puede ser dominante la acción fluvial; la retención de sedimentos, así como la
formación y migración de las distintas formas de lechos arenosos, está muy
relacionada con la reducción de la amplitud de la marea y las velocidades de
corriente aguas arriba del estuario: Cuando la mareas se propagan en los
estuarios se modifican y dan lugar al transporte de sedimentos hacia tierra y
hacia el mar, a través de tres tipos de procesos:
1) por fricción en el fondo
2) por convergencia o constricción en el canal
3) reflexión en bajos
En general cualquier efecto
de fricción tiende a disminuir la amplitud de la marea aguas arriba,
disminuyendo la velocidad de las corrientes.
Los sedimentos finos son
finalmente depositados agua arriba del estuario. Sin embargo, y aunque el
efecto de fricción disminuye la amplitud de la marea, una diseminación de la
sección del canal puede originar una concentración de energía y por ello un
aumento de amplitud.
En este caso la Floch diferencia
tres tipos de modelos:
a) cuando la convergencia
supera la disipación por fricción hablamos de un estuario hipersincrónico
b) si la convergencia es
igual a la fricción, el estuario se denomina
sincrónico
c) si la convergencia es
menor que la fricción el estuario se denomina liposicrónico
La mayor parte de los
estuarios son hipersincrónicos (la amplitud mareal aumenta aguas arriba antes
de su disminución hacia el río) y las corrientes maréales alcanzan su máxima
fuerza en la parte central o alta del estuario. La reflexión de la onda de marea
sobre los bajíos puede igualmente aumentar la amplitud.
Finalmente, en la entrada
del estuario, la acción de olas es dominante, provocando efectos tanto
deposicionales como erosivos. En la medida que las olas oceánicas invaden las
zonas de agua someras tiene lugar un rozamiento con el fondo y se inicia el
transporte de arena.
La morfología de la entrada
ejerce un importante control de las rutas de transporte de los sedimentos
arenosos; en zonas con bajos arenosos, las dos se disipan, mientras que en
canales profundos pueden continuar avanzando. Morfológicamente este sector se
caracteriza por grandes depósitos de cuerpos arenosos modelados por las
corrientes maréales y el régimen de olas.
En estuarios mesomareales,
estos depósitos se generan en las zonas adyacentes a las bocanas de marea, en
forma de deltas de marea de flujo y de reflujo, según ocupen una posición
interna o externa con respecto a la bocana de marea.
Mas hacia el interior de la
bocana, predominan canales meandriforme en los que aparecen cuerpos arenosos
intermareales que pueden estar aislados, como es el caso de la Bahía de Fundy,
o adosados a llanuras intermareales formando parte de la zona baja de la llanura
mareal.
EVOLUCION DE LOS ESTUARIOS
Bajo condiciones estables
del nivel marino, la evolución de los estuarios sucede a consecuencia del
relleno por sedimentos, dando origen a una serie de etapas progresivas desde el
estadio juvenil a la madurez. El relleno se realiza desde el mar por aportes de
arenas, o desde tierra por arenas o
fangos fluviales. Restos calcáreos de animales y materias orgánicas de plantas
son incorporados a los sedimentos durante o después de los momentos de
deposición. El tipo de estuario, tamaño de la cuenca y sedimentos aportados,
condiciona el grado de relleno del estuario.
Los estuarios mejor formados
son los de valles fluviales o entrantes costeros inundados, sumergidos
recientemente por aguas marinas. Existen ejemplos de evidencias claras de
inundación de valles fluviales, como el caso de Cheaspeake Bay (EEUU), y un
cierto numero de pequeños estuarios y ríos de la Costa de Galicia.
Los estuarios actuales
fueron formados durante la ultima elevación del nivel marino hacia aproximadamente
15000 años.
El progresivo relleno de los
estuarios conduce a una reducción de las masas de agua y un decrecimiento de la
profundidad, extendiéndose las llanuras de inundación del táicas, aumentando la
canalización de los cuerpos de agua estuarinos, acelerándose el proceso con
estrechamiento de las bocanas por crecimiento de barreras arenosas.
La formación y desarrollo de
un estuario depende del balance existente entre la elevación del nivel marino
en relación con la morfología de la costra y el grado de acumulación de
sedimentos. Si el primero excede al segundo, como es el caso de Cheasepeake
Bay, los estuarios están bien desarrollados. Cuando el nivel marino es estable,
como es el caso de la Gironde (Francia), la captación de sedimentos puede exceder
a la elevación del nivel marino, acelerándose entonces el proceso de relleno.
Teniendo en cuenta las
condiciones de entrada de uno estuario se pueden diferenciar varios estados
físicos en su evolución:
a)
Estuarios
de valle fluvial hundido y inundado
En los momentos
iniciales de su desarrollo, al amparo de
los deltas mareales se desarrollan extensas cuencas que actúan como trampas de
sedimentos fangosos. El grado de sedimentación en frentes deltaicos de este
tipo son rápidos. La acumulación de fango depende de los aportes fluviales,
siendo del orden de 1-2 mm/año. Con estas condiciones los fondos arenosos de
los condes son progresivamente remplazados por depósitos de llanura de
inundación y de “Levees”.
Los sedimentos de los
canales se hacen de tamaño de grano mas fino y más fangoso en dirección agua
abajo, llegando a desarrollarse llanuras intermareales en el frente deltaico.
En un estadio de evolución
mas avanzado, los depósitos fluviales pueden llegar a rellenar la totalidad de la cuenca,
progradando hacia el mar sobre el delta mareal, quedando los canales
restringidos por bordes de levees y llanuras intermareales. Bajo condiciones de
flujos normales, los canales permanecen con fuerte influencia mareal,
alcanzando el sector fluvial con cierta atenuación en dirección aguas arriba.
Finalmente la acción de olas
retrobaja estos sedimentos dando lugar a cuerpos arenosos progradantes en el
interior de la bahía.
Los sedimentos muestran
secuencias transgresivas en la parte externa del estuario, en donde los fangos
estuarinos y arenas típicamente marinas pueden alcanzar espesores
considerables. La llanura de inundación forma delgados depósitos superficiales
sobre depósitos de arena y fangos arenosos de los canales fluviales.
b)
Los estuarios barreras
En la medida que se
rellenan, pierden la irregularidad de los bordes de su costa, desarrollando
bordes sedimentarios y lóbulos deltaicos con canales bifurcados.
El estadio final de relleno
está caracterizado por canales siemosos
con suaves bordes de levees.
Los estuarios barrera ocupan
valles mas someras que los de la valle fluvial, y se rellenan con sedimentos
fino fluviales que frecuentemente alcanzan menor espesor. Dos tipos de faces
son dominantes: los fangos de la cuenca y los fangos arenosos del frente deltaico.
c)
Los lagoones costeras salinas
Inicialmente tienen similar
configuración y distribución de sedimentos que los estuarios barrera. Sin
embargo, los cuerpos de agua son más pequeños y los depósitos arenosos están
menos desarrollados.
En lagos costeros con poco
aporte fluvial, las condiciones salinas se mantienen durante largos periodos y
las facies fangosas y bioclásticas se acumulan en la cuenca de la baja energía
y ambientes deltaicos. La vegetación houlofítica coloniza los márgenes avanza
en la medida que la cuenca se rellena. Al mismo tiempo las variaciones de
salinidad aumentan y se prolongan las condiciones de aguas dulces a salobres.
Como resultado, las plantas
más salinas son progresivamente remplazadas por especies más tolerantes al agua
dulce; se desarrollan extensas ciénagas de juncos y los sedimentos son
remplazados por fangos ricos en materias orgánicas debidos a aguas dulces.
Estos tres tipos pueden
aparecer asociados, tal como sucede en la costa de Galicia.
Desde el punto de vista del
origen de los sedimentos que rellenan una depresión en la que se ha formado un
estuario, en horizontal, se pasará longitudinalmente de secuencias
fluvio-estuáricas a estuáricas, a finalmente estuarico-marinas. En vertical,
las secuencias sedimentarias conservadas están asociados con fenómenos de
subvergencia y transgresiones: en la parte baja del estuario se pasará de
depósitos arenosos del borde a llanuras fango-arenosas submareales a depósitos
de arenas gruesas de fondo de canal.(Arche, 1989)
POSIBILIDADES Y USOS
Los estuarios constituyen
los “criaderos” (lugares donde los juveniles crecen con rapidez) de la mayor
parte de moluscos, crustáceos, peces costeros que se cosechan no sólo en el
estuario sino también mar adentro. (Odum & Sarmiento 1997).
Esta propiedad natural de
los estuarios podría ser aprovechada por
el hombre para el cultivo de estas especies, que de manera natural, se desarrollan fácilmente en este tipo de
ecosistemas.
Para el establecimiento de
estas áreas de acuicultura es importante estudiar las características del
medio. Éstas son básicamente 3: heterogeneidad, variabilidad y diversidad.
A la heterogeneidad del
medio marino debida a su propia inmensidad (variación de temperatura en sus
distintas latitudes, relieve submarino, diferencias de salinidad según la
evaporación o aporte de aguas de lluvias...) hay que añadir la heterogeneidad
en la zona litoral constituida por el flujo de aguas dulces procedentes de los
ríos, aguas menos densas y generalmente más calidad. Por otra parte podríamos
imaginar que donde se produjeran mareas se darían fenómenos de remoción de agua
que homogeneizaran el medio, pero realmente no es así ya que las masas de agua se deslizan unas
sobre otras en un movimiento horizontal, mientras los movimientos verticales
son muy limitados.
Estos medios son también muy
variables ya que los aportes de aguas dulces son fluctuantes en el espacio y en
el tiempo (varían tanto en estaciones como en la zona de vaciado, ya que son
aguas muy ligeras que se ven desplazadas por acción de los vientos,
desplazándose de la zona).
Son ecosistemas muy diversos
poblacionalmente. La densidad de especies es máxima en la capa superficial
(0-10m) y decrece con la profundidad.
Sin embargo estos medios tan
diversificados y productivos, en principio receptivos al cultivo, son muy
frágiles, ya que están expuestos a múltiples perturbaciones, de modo que la
producción de organismos cultivados puede estar limitada por las
características naturales del medio en cuanto
a la utilización y ocupación del litoral. Por ello conviene administrar
y estudiar estos espacios y más concretamente analizar los factores que
inciden, no sólo en su calidad, sino también aquellos que van a ser decisivos
para el éxito o fracaso de cualquier tipo de explotación acuícola, como son las
propiedades del agua, la prevención sobre los fenómenos accidentales, tales
como la proliferación de especies fitoplanctónicas, mareas rojas, fenómenos de
anoxia, etc..., como también definir las tasas de contaminación ordinaria de los
organismos representativos de las poblaciones locales.
Asimismo para la elección de
la zona de cultivo se tendrá en cuenta las condiciones geomorfológicas y
climáticas. Así para la acuicultura del molusco o de algas se utilizarán zonas
cerradas protegidas de los temporales con moderada tasa de renovación del agua
y nutricionalmente ricos. Y para el
cultivo de peces y crustáceos se favorecerá el sustrato arcilloso para el
cultivo en tierra, así como los regímenes hidráulicos definidos por el ritmo de
la marea.
Un buen conocimiento de la
riqueza orgánica de los fondos (parques intermareales, marismas, etc...), es la
base de una buena gestión del medio. (Corral et al 2000). Así vemos que existen
varios tipos de agua a lo largo de un ciclo de marea; al inicio de la bajada de
la marea son aguas mixtas, saladas y a veces dulces, provenientes de las
marismas, recalentadas en verano y refrigeradas en invierno. En el medio de la
bajada son aguas dulces cargadas de materia orgánica y enriquecida en oxígeno
por el flujo turbulento en superficie. Al final de la bajada son aguas de
chorreo sobre la superficie del depósito, son muy turbias, aveces muy ricas en
amoníaco, en definitiva poco favorables para la acuicultura.
Estas zonas bien gestionadas
pueden constituir una fuente generadora de riqueza para los habitantes de las
mismas. Las especies pesqueras, que ya se encuentran de forma natural, pueden
verse incrementadas mediante el desarrollo de prácticas de cultivo
contribuyendo al mantenimiento de unas poblaciones permanentes sobre los
territorios.
Muchas veces también un
estuario es una eficiente trampa de nutrientes, en parte física (las
diferencias de salinidad retardan el mezclado vertical de masas de agua pero no
el horizontal) y en parte biológica. Esta propiedad contribuye a la capacidad
del estuario de absorber nutrientes de desecho, siempre que la materia orgánica
haya sido reducida por tratamiento secundario. (Odum y Sarmiento 1997).
Tradicionalmente los
esturarios se han utilizado mucho (pero apreciado poco) como alcantarillados
gratuitos de ciudades costeras. Así es un buen ejemplo el caso de Nueva York.
Afortunadamente desde
1970 se ha aumentado la conciencia y la investigación sobre el valor de los
estuarios, y la mayoría de países han promulgado leyes para proteger estos
ambientes.